Una extensa finca de 7.000 m2, con una construcción semiderruida, fue el punto de partida de un sueño hecho realidad para Marta y Roberto, propietarios de O Balado. Tiempo de reformas e ilusiones que vieron la luz tras mucho esfuerzo. Una casa labrega tradicional gallega, en medio de un paraje natural digno de mencionar. La huerta ecológica, con cerca de ochocientas plantas autóctonas, una zona de 1.000 m2 habilitado para las gallinas y corderos lechales con seguimiento, entre otras, son algunas de las características que hacen muy especial este paraje.

Tras veinte años en el negocio de la hostelería, los propietarios decidieron lanzarse en un nuevo proyecto que les permitiera unir trabajo y familia. Lo han conseguido con creces. Su restaurante, cálido y acogedor, abraza a los más valientes, ya que no es fácil adentrarse en los caminos de piedra hasta dar con el emplazamiento. Sin embargo, la aventura merece la pena. Una cocina que mezcla técnicas contemporáneas con tradición, con los productos de la propia tierra gallega. La materia prima es cuidada y mimada con esmero; y eso se nota. El respeto por la propia naturaleza es clave para Marta y Roberto Filgueira, miembro del Grupo Nove Cociñeiros, que te reciben con los brazos abiertos a tu llegada. Una atención personalizada que te hace sentir como en casa. Amor y dedicación que te harán olvidar el paso del tiempo.