La salida de Ponferrada viene marcada por el largo rodeo que hay que hacer para llegar a Compostilla, menos mal que en la entrada hay un local de la Cruz Roja, para poder curar las heridas del cuerpo, que no las del alma.
Ahora nuestro camino se ve adornado por los cultivos de vid, la comarca del Bierzo reúne unas extraordinarias condiciones para dicho cultivo. El camino nos acerca a la iglesia de San Esteban situada a la entrada de Columbrianos, una de las localidades más antiguas de la comarca.
Fuentes Nuevas, de origen medieval, está situada al norte de lo que se conocía como la dehesa del Fabero. Es un pueblo completamente llano y se distinguen en él la parte antigua y la parte moderna.
Los lugares de interés (por si nos queda tiempo): La Plaza de la Ermita, El Crucero, La iglesia de Nuestra Señora.
Camponaraya, en un principio eran dos pueblos distintos separados por el Arroyo Naraya, Campo situado del lado de Cacabelos y Naraya que es el poblado más antiguo de los dos ya nombrado en el siglo IX y situado del lado de Fuentesnuevas, uniéndose ambos durante el siglo XV formando CAMPONARAYA.
En la Edad Media contó con dos hospitales para peregrinos, el de la Soledad y el de San Juan de Jabero.
Cacabelos está situado al oeste de la provincia de León, a villa, al lado de un puente, en pleno Camino jacobeo, creció de forma ininterrumpida durante la Edad Media, como lo testimonian sus iglesias (Santa María de la Plaza, Santa María de la Edrada y Santa María “circa pontem”) y hospitales (San Lázaro, Santiago, Santa Catalina, Alfonso Cabirto, Inés Domínguez). La población prosperó por su riqueza agrícola y el comercio de peregrinos y pobladores francos; además tuvo una aljama judía.
Si tenemos tiempo podemos acercarnos a lo que queda Monasterio de Carradecedelo que se encuentra a pocos kilómetros de la localidad.
Pieros y Villafranca del Bierzo son los dos últimos pueblos de esta etapa.
Al pasar Pieros que tiene albergue y un bar que ofrece comidas y en que se puede visitar los restos de un castro llegaremos al cruce a San Celmente y Valtuille que, por unas indicaciones y varias flechas pintadas en la carretera que provocan confusión y en muchos casos engañan a los peregrinos por una variante no oficial y que, además, es muchísimo más larga.
Aunque la leyenda relacione los orígenes de Villafranca con los vaqueiros de Tineo y Luarca que bajaban a las brañas de Valdeprado y Leitariegos y que, deseando valles de mayor bonanza, confiaron la búsqueda en una vaca blanca que vino a asentarse en Villafranca, el origen más propio se asocia al monasterio de Santa María de Cluniaco ó Cruñego, donde benedictinos franceses de Cluny -los monjes negros- se asientan en 1070 bajo el reinado de Alfonso VI, para atención de los peregrinos franceses y trayendo, entre otras cosas, el cultivo de la vid. También se asocia a los hospitales para atención de peregrinos que surgen a lo largo de la Ruta.
DISTANCIA: 24,1 Km
- Km 0,00 – Ponferrada
- Km 3,70 – Compostilla
- Km 5,50 – Columbrianos
- Km 8,00 – Fuentesnuevas
- Km 10,5 – Camponaraya
- Km 16,6 – Cacabelos
- Km 18,5 – Pieros
- Km 24,1 – Villafranca del Bierzo
CUENTOS Y LEYENDAS DE LA ETAPA
Cuentan la leyenda de Castro Ventosa…Todas estas ciudades por las que pasamos para llegar a Villafranca las conquistó Carlomagno, excepto Lucerna. Aquí Liber Sancti nos dejo otro rastro de la presencia de Carlomagno en España, que si bien en la historia no salió muy bien parado de sus luchas, quedan las leyendas para mitificar al francés. Parece ser que tomar este Castro le costó varios meses de asedio y al fin con la ayuda de Dios, consiguió derribar sus murallas para conquistarla.
El empererador, no iba a olvidar el esfuerzo que le llevo tomarla, la maldijo y, por ello en su interior surgió una laguna negra; con peces del mismo color que hacen que hoy día permanezca deshabitada. Esta leyenda también, la encontramos repetida en otras zonas de la geografía española, como en el Lago de Sanabria.
En Villafranca del Bierzo cuentan… que los peregrinos impedidos para continuar hasta Santiago de Campostela por caudas de fuerza mayor, si tomaban la comunión de rodillas en los escalones de la entrada de este acceso, gozaban de las mismas prerrogativas y perdones que si lo hacían por su homónima de la catedral de Santiago (Privilegio otorgado gracias al papa Calixto III en el Siglo XV).
