Comenzamos esta etapa desde la Colegiata de San Salvador en Grandas de Salime. Pasamos por poblaciones como La Farrapa, Cereijeira y Castro en donde se encuentra un albergue juvenil.
Un kilómetro después de Castro pasamos junto a la ermita de San Lázaro, nuestro camino nos lleva de nuevo a la AS-28 desde donde emprenderemos la subida al puerto del Acebo.
En el Acebo hay un bar. Dejamos atrás este pueblo y después de caminar un rato, cruzamos la pequeñísima aldea de Cabreira, antes de Fonfría, luego Barbeitos, aquí hay un mesón, antes de llegar pasamos por la ermita de Santa Bárbara que cuenta con una zona de descanso y un poco más adelante está Paradanova.
Desde aquí emprendemos el último tramo de esta etapa que nos llevará a Fonsagrada, según algunos autores, A Fonsagrada existía ya con anterioridad al siglo IV, como estación del itinerario entre Astorga y Lugo.
Su nombre deriva de la existencia de una antigua fuente sagrada, situada en el centro urbano. Su ubicación en la ruta jacobea fundamentó también el establecimiento del Hospital Real de Montouto, a mediados del siglo XIV.
Desde cualquiera de sus cumbres se puede disfrutar de unas vistas inigualables. Resultan interesantes los 60 castros catalogados, así como el dolmen del neolítico, situado cerca de los restos del antiguo hospital de Montouto.
En la zona vieja de la villa, está la fuente que le da nombre y muy cerca la iglesia de Santa María. Si tenemos tiempo sería interesante visitar la iglesia de Lamas de Moreira que conserva un ábside románico de enorme belleza y el Museo de la villa que también nos llamará la atención.
DISTANCIA: 26,8 Km
- Km 0,00 – Grandas de Salime
- Km 5,50 – Castro
- Km 10,1 – Peñafonte
- Km 14,5 – Venta del Acebo
- Km 16,5 – Cabreira
- Km 18,6 – Fonfría
- Km 20,2 – Barbeitos
- Km 24,4 – Paradanova
- Km 26,8 – A Fonsagrada
CUENTOS Y LEYENDAS DE LA ETAPA
Cuenta esta leyenda… El apóstol Santiago, encontrándose en la villa, fue atendido por una pobre viuda; entristecido por su pobreza, el apóstol convirtió el agua de una fuente que había cerca de la casa en leche, para que la viuda y sus hijos pudieran alimentarse.
La villa debe su nombre a la fuente Fons Sacrata, que procede de “Fontem Sacratem” o “Fuente Sagrada”.