La cosa se pone interesante, los continuos desniveles pondrán a prueba nuestra resistencia, lo sabíamos desde que empezamos, pero ahora con los pies a punto de renuncia, se vuelve más duro físicamente… aunque moralmente estamos tan ilusionados como el día que empezamos esta increíble aventura.
Como si de un paseo suave se tratase llegamos a la aldea de Vilardongo que no tiene servicios, al igual que Montouto, aldea a la que hemos llegado a través de caminos embarrados y prados. Desde Montouto debemos empezar un suave ascenso que nos permitirá disfrutar de unas vistas fantásticas. Una vez en lo alto, encontramos las ruinas de un antiguo hospital de peregrinos, fundado en el siglo XIV por Pedro I de Castilla y que siguió acogiendo peregrinos hasta principios del siglo XX. A pocos metros podemos ver las grandes piedras de un dolmen neolítico.
Ahora ya en fuerte bajada, por la vertiente opuesta y por una pista de tierra que deriva en un sendero que nos lleva a Paradavella, tiene tres bares uno con tienda. En este tramo el camino se hace francamente duro, una vez lleguemos a la aldea de Couto empieza una subida, que nos llevará A Lastra, en donde hay un modesto bar con tienda. Una pista muy empinada surge entre las casas a mano izquierda, que nos conducirá hasta el alto de la Fontaneira, la localidad del mismo nombre está un poco más abajo, en donde encontraremos otro bar.
Llegados aquí, seguro que el cansancio es considerable y aún faltan unos cuantos kilómetros para llegar, estos últimos son los más duros, entre pistas forestales, ligeras subidas y contundentes bajadas, llegamos a O Cádavo, que es la capital del Concello de Baleira, en la entrada encontramos un albergue. Dispone de todos los servicios.
DISTANCIA: 31,5 Km
- Km 0,00 – Cádavo Baleira
- Km 8,60 – Castroverde
- Km 9,90 – San Miguel do Camiño
- Km 12,5 – Souto de Torres
- Km 17,6 – Gondar
- Km 28,4 – Castelo
- Km 31,5 – Lugo
CUENTOS Y LEYENDAS DE LA ETAPA
San Froilán y el Lobo
Cuenta esta leyenda… que estando San Froilán rezando una mañana, se le apareció un lobo hambriento, que vio en el asno que tenía San Froilán un apetitoso bocado. Se abalanzó su él y comenzó a devorarlo, en ese momento, el Santo, con su mirada dejó al lobo acurrucado y temeroso, mientras le hablaba de amor y paz.
De esa forma San Froilán consiguió quitarle al lobo el miedo al hombre y al fuego, desde ese momento tomó al lobo a su servicio, para que le llevara las alforjas por el mundo.
Desde ese momento el lobo caminó a su lado, siempre junto a su pierna derecha.
San Froilán es el Patrón de Lugo, su fiesta está declarada de interés turístico gallego y celebra el día 5 de Octubre.
