Debemos cruzar de nuevo el puente para retomar el camino. Tras caminar unos metros nos encontramos con la fábrica de Magnetita. Un camino de piedras nos lleva a los caseríos Ilarratz (Km 2,9 ) y un poco más adelante Eskirotz (Km 3,7), los dos tienen fuente.
Seguimos camino, a escasos kilómetros se encuentra Larrasoaña (Km 5,5). Pueblo típico del camino, destaca el puente de los Bandidos del siglo XIV y la iglesia parroquial de San Nicolás de Bari del siglo XIII.
Un camino en pendiente nos acerca a Akerreta (Km 6,1), la iglesia de la Transfiguración se encuentra en la parte alta del pueblo.
El tramo que nos toca ahora es un poco complicado, tenemos que seguir el cauce del río Arga hasta el puente Zuriain (Km 9,2). Unos cuantos kilómetros más adelante está Irotz (Km 11,2). En esta localidad podemos reponernos sin problemas de los km caminados.
Dejamos a un lado la iglesia de San Pedro y una pista nos lleva al paseo fluvial de Arga. Aquí debemos prestar mucha atención ya que podemos despistarnos ya que hay dos señalizaciones.
La que nos lleva por el paseo fluvial hasta Cizur y una vez arriba al entrar en una senda marca Arre.
La otra señalizada como Arre nos entra en Zabaldika y nos sube hasta la iglesia de San Esteba en donde hay un albergue parroquial.
Cualquiera de las opciones nos acercará a un merendero que hay al lado de la N-135.
Ya repuestos, emprendemos la marcha, aquí nuestro camino de bifurca si cruzamos el río por la izquierda, retomamos el paseo fluvial que nos lleva hasta Pamplona, un poco antes pasamos por Huarte.
Es la opción es más larga.
La otra opción, nos lleva por un camino hasta llegar al señorío de Arleta, también pasamos por el puente del río Ulzama y la ermita de la Trinidad de Arre.
Entramos en Villava (Km 15,8), hay un albergue que está perfectamente señalizado, y unos cuantos kilómetros más adelante está Burlada (Km 17,2), ahora el camino nos conduce hacia la primera ciudad del Camino, Pamplona (Km 20,4).
Poco más de un kilómetro debemos cruzar el puente de la Magdalena, en seguida vemos un desvío hacia el albergue casa Paderborn.
Continuamos con el camino, pasamos junto al Baluarte de Nuestra Señora de Guadalupe, y enseguida pasamos por unas cuantas calles, en las que encontraremos varios albergues.
DISTANCIA: 20,4 Km
- Km 0,00 – Zubiri
- Km 2,90 – Ilarratz
- Km 3,70 – Eskirotz
- Km 5,50 – Larrasoaña
- Km 6,10 – Akerreta
- Km 9,20 – Zuriain
- Km 11,2 – Irotz
- Km 15,8 – Villava
- Km 17,2 – Burlada
- Km 20,4 – Pamplona
CUENTOS Y LEYENDAS DE LA ETAPA
Cuentan que… un 14 de septiembre de 1648 la mano justiciera de Dios cayó sobre Pamplona (un pueblo que había caído en la perdición). Empezó un movimiento de tierra y en el convento santa clara, en donde habían 87 vírgenes monjitas que oraban por el pueblo pamplonés. La Madre Magdalena oyó cuando Santa Clara desde su nicho le dijo:
– Hermana Magdalena, ve por tus hijas.
De inmediato la madre comprendió que se avecinaba una tragedia y llamo a las hermanas, les manifestó que debían salir de inmediato al patio; estaban saliendo cuando vino el primer remendón. Una de las monjitas, tenía un niño Jesús en sus brazos (en la época, cuando ingresaban al convento las monjas, eran casadas con El Señor, y les entregaban un niño Jesús para que cuidaran de él). Esta monja quería mucho a su imagen, la cual había sido traída de España. Era metálica, de una aleación como aluminio y cobre (todavía se conserva). La monja tomo El Niño de su celda y salió. Desafortunadamente cuando cruzaba el patio, los techos se derrumbaron, y una viga cayó sobre la monjita y la mató. A la mañana siguiente, buscando a la religiosa entre los escombros, hallaron al niño sobre la viga con la manesita derecha levantada mirando a la monja muerta. Desde ese momento los pamploneses llamaron a este niño «el huérfanito». Es el mismo que se encuentra en el convento de Pamplona.