Con más de un cuarto de siglo a sus espaldas, el restaurante Gran Sol ha sabido seguir en la cresta de la ola de la restauración adaptándose maravillosamente a los nuevos tiempos pero sin olvidar la tradición.

Con grandes comedores que pueden albergar a más de 250 personas lo hace ideal para celebraciones o eventos pero también para pequeños grupos o cenas románticas y siempre será un éxito.

Además de la carta ofrece un menú diario con una relación calidad precio inmejorable que, sin duda, hará de las delicias de cualquier comensal. El Mi-cuit de pato con gelatina de manzana y confit de mango está para chuparse los dedos, al igual que las Pupiettes de lenguado y gambas con crema de almejas, pero si nos decantamos por una carne el solomillo de ternera a la brasa o las manitas de cerdo rellenas de gambas están para aplaudirles. Los postres todos, pero tal vez la crema catalana con nueces caramelizadas sea uno de los que más nos sorprende.

Una bodega amplia, variada y de gran calidad completa la carta y la oferta del restaurante.