Tras casi una década por toda España junto a grandes chefs de nuestro país, Chisco volvió a su ciudad natal con las ideas muy claras. El 2010 fue su año clave. En un bajo del edificio en el que vivía su abuela Culuca, el hostelero decidió abrir su propio local y hacerle un homenaje a su familiar.

El Culuca es un espacio gastronómico con gran personalidad, de decoración minimalista y moderna. Dos ambientes antagónicos pero hermanados, crean un lienzo sobre el que florece la creatividad. Por un lado tenemos el bar, con un ambiente informal, donde podemos degustar pinchos y tapas de nivel y acompañarlo de algún cóctel, una de las especialidades. Por otro lado encontramos el restaurante, con una iluminación excepcional y una buena y bonita disposición. Ambos casan de forma sublime gracias a la gran cristalera que separa la cocina. Estés donde estés, podrás visualizar el proceso creativo entre fogones, además de poder consultar los productos disponibles en ese momento, así como sus precios. Por último, un reservado con capacidad para quince personas.

Chisco ofrece una cocina innovadora, aromatizada con toques de culturas lejanas, pero siempre con la materia prima autóctona como protagonista. De gran calidad, los pescados son totalmente frescos y seleccionados. Menús de mercado de lunes a viernes que varían día a día según la disponibilidad y menús atemporales con los platos estrella. Además, podrás degustar interesantes aperitivos o distintos menús ideados para grupos. La mezcla de tendencias está presente en cada creación y mini-plato. Galardonados con varios premios en cuanto a tapas se refiere, el Culuca te ofrece el ambiente y la degustación que más se adapte a tu propio momento.